Tus molestias MEJORAN
- Pasea por la playa con los pies en el agua, nada y haz ejercicios en el agua. Son actividades adecuadas para favorecer la circulación.
- Procura mantener las piernas elevadas al sentarte y al dormir.
- Mantén una alimentación sana y equilibrada que te permita tener un peso adecuado.
- Adminístrate, sobretodo en verano, duchas de agua fría en las piernas varias veces al día.
- Cuando tomes el sol, evita las horas de mayor insolación. Realiza sesiones cortas (báñate y mójate las piernas con frecuencia). Utiliza las cremas protectoras Relivás.
- Si tienes que estar mucho tiempo sentada (por ejemplo durante viajes largos), procura levantarte y dar cortos paseos. Haz ejercicio poniendo los pies de puntillas varias veces.
- Emplea calcetines y medias de compresión decreciente, que favorecen el retorno venoso.
- Acude periódicamente a tu Cirujano Vascular.
Tus molestias EMPEORAN
- Al estar mucho tiempo de pie o sentada (sobretodo con las piernas cruzadas o colgando). Evita en lo posible actividades como planchar o cocinar durante mucho tiempo.
- Si estás mucho tiempo al sol o expones las piernas a fuentes de calor directas (como un radiador o estufa): el calor aumenta la dilatación de las venas y empeora la circulación. Por eso tienes más problemas en verano.
- Utilizando zapatos estrechos o de tacón alto: impiden un caminar correcto, con lo que disminuye el «bombeo» de sangre hacia el corazón.
- Llevando vestidos, fajas o cinturones muy apretados. Impiden un correcto retorno venoso al incrementar la presión en el abdomen.
- Si tienes un exceso de peso, pues empeora la congestión venosa de las extremidades.
- Llevando una vida sedentaria, con poca movilidad.
Pasear por la playa con los pies en el agua, mantener una alimentación sana y equilibrada, evitar el sol en las horas de mayor insolación, mantener las piernas elevadas,… son algunas cosas que puedes hacer para mejorar las molestias de la mala circulación.